Huañec Clara Cayetano Suyo

LEYENDA MINA PERDIDA

Recabado por Bruno Jesús Reyes Cayetano de su Sra. madre Clara Cayetano Suyo quién a su vez había escuchado a sus abuelitos Manunga Cardenas "Mañucacha" y "Abuelo Millo" Emilio Cosme, quienes siempre contaban esta leyenda en el lugar de "Tupunte" que colinda con la zona donde se desarrolla esta bonita leyenda.

Cuenta la leyenda, que muchos hombres extraían oro de la mina que exactamente se encuentra ubicada en el lugar de "Quirorume" (en español significa piedra en forma de diente), hoy mas conocido como "Mina Perdida"; al medio día, cuando los trabajadores se encontraban reposando después de haber tomado sus alimentos, en su hora de descanso, repentinamente de la bocamina que se encuentra debajo de la roca de "Quirorume" salió un gigante toro muy hermoso y bravo de puro oro brillante, atropellando a cuanta gente se encontraba por las inmediaciones del lugar, lo particular del caso que era un toro cojo, le faltaba una pierna, que se supone los mineros ya lo habían sacado, el toro habría salido porque los mineros no cumplían con el pago al cerro en este caso al "Apo Wallallo" después conocido como el "Apo Cruz Huaylayo" y ahora como "Huaylayo", que exigía veneración y sacrificios, al no cumplir los mineros con los ritos y costumbres ancestrales del minero, les fue quitado la riqueza.
En tanto salió el colosal animal partió la carrera en dirección para arriba, los mineros les siguieron hasta "Plaza Pata" de allí consiguieron ver como el toro muy a pesar de la cojera se iba a velocidad con el rabo levantado, por "Cabilduyo" que es una fila de peñas, dejando su rastro en las rocas que parecen las puertas del cabildo de la plaza de armas de Huañec, por eso pusieron por nombre a este lugar como "Cabilduyo", algunos pastores que se encontraban en "Chamiraya" y "Mancan" lograron ver que el hermosísimo toro resplandeciente de oro, que parecía un pedazo del sol , se metió a la laguna de "Chamiraya" donde poco a poco fue apagando su luminosidad como el ocaso del astro rey, de allí no salió nunca, los mineros volvieron a entrar a la mina y confirmaron que ya no había oro, imploraron al "Apo Huaylayo" le hicieron muchos sacrificios sin lograr conmoverlo.
Desde ese entonces abandonaron la mina y le pusieron el sobrenombre de "Mina Perdida" como actualmente se le conoce.